Un instante
entre la hoja y la garganta,
un ganador,
la mente o el facón.
Un vacilamiento constante
de innumerables pensamientos,
memorias y sensaciones,
abrumadoras.
La bala,
un corto recorrido,
un pequeño gesto del dedo,
y el dramatismo del porque.
Con o sin carta,
explicaciones o señales,
un indicio de causa,
solo por formalidades.
La mirada en la nada,
la mente concentrada
en los instantes que pasan
y el filo jugando en la yugular.
Un salto, un tren,
la daga o el revólver,
un juego de artistas,
el escenario si importa.
Un escape, una salida,
muy simple y elocuente,
drama para el vivo
y paz para el muerto.
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